Mi Maná: Bichos

Dos grandes bendiciones y una confesión.

Bendiciones:

1. Me encuentro de misiones en Monte Plata; una provincia con grandes y  variadas necesidades de mi país. Soy parte del programa de verano en una escuela hogar, dando soporte en la lectura, la escritura, matemáticas y clases de Biblia a los niños de inicial hasta segundo. Espero escribir más al respecto. 

2. El ministerio Aviva Nuestros Corazones ha decidido bendecirme con publicar algunos de mis escritos en su blog. Ha sido increíble ver en su muro de Facebook “Hoy en el blog, Carolina nos cuenta…” . Ha sido increíble escuchar a personas decir que mis pensamientos le son de bendición; Gloria a Dios, pues Él puso el "talento" en mí.

Ahora, como estas dos bendiciones se convierten en una confesión:

En Monte Plata, como en todo lugar del país, hay muchos bichos. Especialmente del que menos me gusta, o, mejor dicho, del que más detesto: Cucarachas.

La realidad es que la primera semana no vi ni una, lo cual me sorprendió. 

Todo iba bien hasta la tarde de domingo, mientras armaba un rompecabezas con mi amiga gringa*, y una de las internas que tomaba una siesta nos avisó asustada que había un bicho gigante en la pared.

No se porque, pero YO, de las 6 personas en la casa, decidí ir a revisar. 

Lo que presentí: una cucaracha voladora y gigantesca. Al lado de mi cama.

El punto es que les tengo mucho miedo. Por lo que el resto del día me la pasé pensando en eso. 

Risa y pena me da que el 24 de Junio, en Aviva publicaron “Dejando algo atrás” donde hablo de mis miedos; de dejarlos atrás; de confiar en Dios.

Claramente la que escribió “Mi oración es que Dios me permita hacer esto en cada aspecto de mi vida.” no pensó lo mismo cuando tenía que acostarse en la cama que probablemente estaba rodeada de cucarachas. 

Ahora que pienso en cómo reaccioné hasta vergüenza me da. Solo imaginen esto: Acostada en posición fetal con DOS linternas en mis manos y una linterna de lectura enganchada arriba de mi cabeza.

Mi confianza en Dios? dónde se fue?

Para rematar, a la mañana siguiente, una de las internas encontró una cucaracha en la bañera y una araña en el inodoro. Luego vimos dos cucarachas más en el piso. Y me dijeron que había otra en la puerta. Todo este drama sucedió antes de las 7 de la mañana.

Lo cómico es que ese día en la clase de Biblia tocaba la historia del Maná del cielo y el enfoque que quería darle era que Dios nos da justo lo que necesitamos dónde estamos.

Al parecer mi Maná celestial esa mañana fueron bichos por todas partes.

De esta forma es que mis escritos y las cucarachas se unen para formar una confesión: mi desconfianza de Dios en algunos, muchos, aspectos de mi vida. Sólo me queda clamar a Dios; arrepentirme de mi pecado; alejarme de mis malos caminos; aceptar su misericordia y gracia.

“Crea en mí oh Dios un corazón limpio. Renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia y no quites de mí tu Santo Espíritu. Restituyeme el gozo de tu salvación y sostenme con un espíritu de poder.” Salmos 51:10-12