Siempre, por Locución
adverbial: Perpetuamente o por tiempo sin fin.
Es común que en las
canciones cristianas se haga referencia, se mencione, o incluso se repita
varias veces la frase: “siempre” “por siempre” o cualquiera de sus
derivados.
Hace unos domingos, en
el momento de adoración cantaron una de estas; la verdad no recuerdo cual, solo
se que en esta canción (como en la mayoría) se hace referencia a la eternidad.
Al momento de gloria cuando estemos con Cristo.
Que momento más digno de
recordar que este!, cierto?
Pero…
Mientras pronunciaba la
palabra “siempre” mi mente escribía en felpa roja “y ahora?”.
No estoy diciendo que la canción era mala. PARA NADA!
No estoy diciendo que la canción era mala. PARA NADA!
No digo que este mal
pensar en el futuro. Ni siquiera lo pienses.
No. Digo que muchas
veces debemos comenzar a cantar de una adoración “ahora.”
El siempre, esta formado
por muchos ahora.
No se que tan científica o que tan absurda sea esa afirmación; pero así pareciera en nuestro sistema de
tiempo. No puedes tener un siempre si no tienes, al menos, varios millones de gúgolduplexes* de ahoras (permítanme la exageración)
No quiero seguir
aspirando solamente a un futuro de adoración y devoción a Dios. Quiero empezar
mi “siempre” ahora. Y unirme a la adoración que ha estado sucediendo desde
siempre.
Salmos 29:
Tributad al Señor,
oh hijos de los poderosos tributad al Señor
gloria y poder.
Tributad al Señor
la gloria debida a su nombre; adorad al Señor
en la majestad de la santidad.
Voz del Señor
sobre las aguas. El Dios de gloria truena,
el Señor
está sobre las muchas aguas. La voz del Señor
es poderosa,
la voz del Señor
es majestuosa. La voz del Señor rompe los cedros;
sí, el Señor
hace pedazos los cedros del Líbano; y como becerro hace saltar al Líbano;
y al Sirión como cría de búfalo.
La voz del Señor
levanta llamas de fuego. La voz del Señor
hace temblar el desierto;
el Señor
hace temblar el desierto de Cades.
La voz del Señor
hace parir a las ciervas y deja los bosques desnudos, y en su templo
todo dice: ¡Gloria!
El Señor
se sentó como Rey cuando el diluvio; sí, como Rey se sienta el Señor para siempre. El Señor dará fuerza a su pueblo; el Señor bendecirá a su pueblo con paz.
Tal vez esta sea la única forma en que “vive tu mejor vida ahora” sea aplicable.