Wednesday, January 29, 2014

Sólo Pedalea

Todos pasamos por eso. O al menos yo.
“Este año perderé peso” 
“Este mes ahorraré 10% de mi salario”
“Terminaré este libro en dos semanas”

Pero al pasar de las semanas, meses, años no se ha hecho lo prometido. Y nos excusamos con un “no supe” , “no pude” u otras excusas baratas que nos hacen ver débiles e indefensos.

El sábado de hace unas semanas fui al parque con mi hermana y dos amigas. Allí pude comprobar un premisa cuasi científica: “Nunca olvidas como montar bicicleta”. 

No recuerdo la última vez que monté, pero decidí que a los veintidós años (bueno, 18 días antes de mis 22) debía verificar si realmente sabía o si, en definitiva debía aprender.

El plan era pasar una tarde tranquila montando bicicletas, jugando al volley y comiendo cupcakes. Y eso hicimos, alquilamos las bicis, e hicimos ciencia. 

Sí, me tomó cierto tiempo de humillación y, aunque no estoy muy convencida de mis habilidades, puedo decir: lo hice! monté bicicleta, a una velocidad considerable. Y solamente me  *casi* caigo dos veces!

Tienes que saber que siendo la prima, hermana, nieta e hija menor, estoy acostumbrada a ser dejada atrás, a perder en todos los juegos (menos en Monopoly, siempre gano en Monopoly) y a simplemente ser la última; esta vez, a pesar de no estar en familia sino entre amigos, no fue la excepción. El resto pedaleó lo más rápido que podían mientras yo, y no solo por decisión propia, lo tomé con calma. 

Mientras pedaleaba fui cautivada por el no-tan-lindo-paisaje “cuidadino”, mientras en mi cabeza escuchaba las voces “simplemente dale” “pedalea” “mira el camino no la goma” “Si vas rápido es más fácil mantener el equilibrio”...

Simple, solo pedalea. ¿Cómo montar bicicleta? Simplemente montala.
Esta es es una verdad tan simple que se hace complicada. No hay más que decir; para montar bicicleta de una manera agradable lo único que hay que hacer es pedalear.

Cuando llegué a casa, a modo de chiste, escribí en google “How to ride a bike” (Cómo montar una bicicleta) y me sorprendí de la cantidad de resultados que arrojó esa simple frase.  

El ser humano, en su intento de simplificar las cosas, lo único que hace es complicar su propia existencia.

Páginas y páginas con cientos de palabras sobre cómo montar una bicicleta, cuando lo único que se necesita es una palabra: “Pedalea” o quizás dos “Dale, Muevete”, si acaso cuatro “no te quedes inmóvil” 


Estos consejos, o mejor dicho este consejo se aplica a tantas cosas en mi vida:
¿Cómo mejorar el vocabulario de mis estudiantes? Hablales.
¿Cómo crear un hábito de lectura? Lee.
¿Cómo crear un hábito de escritura? Escribe.
¿Cómo crear un hábito de ejercitarte? Ejercitate.
¿Cómo conocer más de la Biblia? Lee la Biblia
¿Cómo….? Simplemente …. 

Recuerdo en la Conferencia Por Su Causa 2013, uno de los expositores (no recuerdo cuál) decía que es bueno y válido desear tener  pasión por leer la Palabra de Dios, pero si nos quedamos de brazos cruzados esperando el deseo, nunca llegaremos a nada.

¿Quieres lograr algo? H.A.Z.L.O.

Solo Pedalea…

*NO quiero decir que vivas una vida sin meditación ni planeación, simplemente haciendo.

Tampoco quiero sonar ingenua o incluso insensible, yo lucho bastante con esa voz interna que me dice “no es tan importante” y por mantener una vida realmente disciplinada. El escribir sobre esto me hace recordar que la disciplina se logra haciendo. Y que hay cosas que no hay que complicar con métodos o los famosos “how-to”;  simplemente debo pedalear.

Saturday, January 11, 2014

Listas Reales

Hola, Carolina aquí. Debo advertirles, soy una persona obsesivamente curiosa; por lo que cada vez que encuentro algo interesante investigo todo lo que pueda sobre el asunto. 

He descubierto nuevos intereses en los últimos meses. Entre estos, obviamente, está escribir. Así que he buscado, hablado, leído, orado y más sobre el arte de escribir, el arte de comunicar ideas, el arte de la palabra en general.

Algo que vi y llamó mi atención fue el común “consejo” o”estímulo” de hacer listas como primer paso para crear el hábito de la escritura. 

Me pareció interesante pues es algo que, al menos yo, hago constantemente. Me ayudan a organizar mi pensamiento en todos los aspectos de mi vida; específicamente en los “quehaceres”. 
Mi libreta está llena de hojas que dicen “to-do” “lista de oración” y “libros por leer”. 

Pero, en todos los blogs y páginas en general que leía sobre listas, en ninguna contemplaban como yo la contemplaba.

La Rae define la lista así: “ Enumeración, generalmente en forma de columna, de personas, cosas, cantidades, etc., que se hace con determinado propósito”. O sea, dada lista tiene un propósito, por lo que podemos decir que hay diferentes tipos de listas.
En la pasada etapa de mi vida me he concentrado en un sólo tipo de lista: dubitativas. He buscado enlistar cosas irreales, cosas que deseo o planeo hacer. 

Esta vez, quiero hacer listas de cosas reales, cosas que he hecho o cosas que he experimentado. 

Primera: 10 Cosas Pequeñas y Extrañas Grandemente Placenteras

Aquí enlisto las 10 primeras cosas que disfruto en la vida que vinieron a mi cabeza (además de las tradicionales formas de comunión con Dios): 

1. Lavarse las manos, y secarlas  con tu propio pelo. No, en serio, mujeres: intentenlo. 

2. Entrar la cabeza debajo de la ducha, con un gorro de ducha puesto. Suena extraño, pero para esos días en que no te lavas el cabello pero tienes calor en el cuero cabelludo, hacer esto resulta altamente placentero.

3. Leer un libro sin parar. De vez en cuando, a veces demasiado y casi siempre jueves en las tardes,no hago más nada que leer. Usualmente, y debido a los libros que escojo leer en esta etapa de mi vida (o sea, largos) mi “día” se torna en días, pero leer un libro sin parar es altamente gratificante.

4. Colorear. Recientemente compré una caja de crayones: sensacional.

5. Caminar. No tanto el “tengo que ir al supermercado”, sino el “paseo por (inserta lugar de preferencia) mirando la vida pasar mientras hablas con tu mente y/o acompañantes”

6. Andar con mochila: sí, una mochila. Grande. Colorida. Llamativa. Cómoda.

7. Tener lugares fijos. Lo sé: Oh, lo cotidiano, lo aburrido y horroroso cotidiano!  Pero me encanta tener un lugar donde me sienta que soy yo. Cada vez que llego a un sitio, así sea que vaya a durar 2 horas o un mes, lo primero que hago es encontrar un lugar donde, cuando me siente, sienta que soy yo; que estoy en casa.

8. Hablar. No tengo que decir mucho aquí: la comunicación es una de las grandes bendiciones de Dios. Para mí la vida es así: Salvación-> Comunicación -> todo lo demás será por añadidura.

9. Silencio. Porque la comunicación es más que palabras.

10. Escuchar la risa de un niño. Más si es una risa que proviene de un disfrute real, de cosas reales, apropiadas y contagiosas.



* Interesante la progresión: no he alterado el orden ni ningún pensamiento. He escrito tal y cómo ha surgido.