Mientras leas este post pensarás que ya lo habías leído antes.Sí, se parece mucho a otros escritos míos. Creeme que dudé mucho a la hora de escribir, editar y finalmente publicarlo ya que siento que digo lo mismo pero, y siguiendo el consejo de una gran amiga, decidí sacarlo a la luz pues nosotros necesitamos “escuchar las cosas de mil formas para empezar a vivirlas”.
Recientemente leyendo uno de mis blogs favoritos encontré un post demasiado gracioso y al mismo tiempo tan verazmente descriptor de nuestra naturaleza humana (sólo en inglés).
La autora nos reta a no ser como Rapunzel** en el ámbito amoroso. Ella relata como muchas veces (o casi siempre) como jóvenes solteras tenemos en demasiada alta estima el encontrar pareja; el ser rescatada de nuestra torre solitaria (referencia a Rapunzel) por un príncipe encantador y que justo ahí, y solo cuando esto suceda, nuestra vida empezará.
Pero no sólo las solteras que desean casarse tendemos a ser como Rapunzel; cada mujer puede identificarse con Rapunzel en su deseo de vivir algo diferente; en su deseo de que el futuro que ella desee suceda.
Cuando estamos en primaria solo pensamos “cuando llegue a secundaria”; cuando estamos en secundaria deseamos estar en la universidad…Deseamos tanto que nos olvidamos por completo que Dios nos llama a vivir en el presente.
Una vez escuché o leí una frase; no recuerdo donde, cuando,ni de quién; que marcó mi vida: “El único momento que tenemos para ser fieles a Dios, es el presente”. Y es que el único momento que tenemos para vivir es el presente.
Por esto es que la frase tan comúnmente usada para propósitos carnales y anti-bíblicos “vive tu mejor vida ahora” podría tener sentido; tiene sentido en que Dios espera lo mejor de nosotros aquí y ahora. Dios no es glorificado cuando tengo un deseo tan grande de agradarle en un futuro, ya sea como soltera, casada, misionera, profesional…(agrega lo que quieras a la lista), que me olvido de agradarle en el presente. Ahora es cuando empieza tu futuro.
Un anillo de bodas, la firma de un contrato con las mejores condiciones del mundo, abrocharse el cinturón del avión que va a la China, NO te convierte en una persona madura espiritualmente; NO hacen que mágicamente tu corazón se parezca al de Cristo. Esto sucede más bien el trabajo duro y confiado solamente en las fuerzas del Espíritu Santo en tí a través de los años.
Tu vida ya empezó. Y debes empezar a vivirla ahora. No cantemos, como Rapunzel, “¿cuándo empezará mi vida?”..
Observa tu día a día y date cuenta de TODO lo que Dios está haciendo ahí donde estas y ahora mismo.
Date cuenta de que todo lo que sucede (o lo que no sucede) es parte del plan de Dios para tu vida. Vive tu mejor vida, vívela en el único momento posible: ¡Ahora!
Salmos 118:24 “Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.”
*Mi punto NO es dejar de hacer planes y vivir la vida irresponsablemente. Todo lo contrario: que tus deseos se hagan realidad desde ahora a través de la gracia y providencia de Dios, la disciplina y el esfuerzo.
**Rapunzel versión “Tangled” (Enredados).
