Saturday, November 2, 2013

Dios vs. Café

Durante los últimos cuatrimestres de mi carrera universitaria me volví amante del café. Claro, trabajando y estudiando necesitaba las fuerzas para sobrevivir. Con el tiempo se fue tornando en una costumbre: tomar café cuando el día prometía ser complicado.
Ayer, al abrir mis ojos en la mañana, lo primero que llegó a mi cabeza fue la canción de Matt Redman “10,000 reasons (Bless the LORD) ; seguido de: “hoy será difícil”.  No entraré en detalles de porqué el día no sería ni fue el mejor, pero básicamente mi oración matutina fue  pidiendo fuerzas y contentamiento; que sin importar lo que pasase, al final del día pudiera seguir cantando al Señor en alabanza.

Dicho y echo, El Señor respondió mi oración de una manera que no esperaba.

Siguiendo la historia, y regresando al café. De camino al trabajo lo único que pensaba era: “quiero café;necesito café, y justo hoy no traigo” (ya que el día anterior había dejado mi taza en el trabajo). Mientras me acercaba al colegio Dios trajo a mi mente  las preguntas:
“¿Porqué necesitas café? ¿No te es suficiente mi gracia?”
Por lo que  decidí pensé haber decidido que no compraría.

Digo pensé, porque  desde que vi esa máquina lustrosa, roja y radiante de café en la cafetería, me di cuenta de  que sería muy difícil no tomarlo. Simplemente necesitaba  y quería café. Luché en mi interior por unos cortos minutos y al final cedí: un delicioso café con leche. <3

La parte buena de la historia, a pesar de que es la “mala” dando un vistazo terrenal, es que dicho café, fue utilizado de una forma no convencional para darme energías y fuerzas, físicas y espirituales. 
Si me conoces aunque sea un poco sabrás que soy un tanto torpe, pero la torpeza fue lo que menos afectó la situación el día de hoy. Cuando me senté en el banco a ver a mis chicos jugar, de la NADA (literal) se resbaló la taza, en dirección a mi cuerpo.  Entiendo que, de una forma u otra, Dios utilizó ese desliz de mis manos para mostrarme que Su gracia SI es suficiente

Recurrí al café y sus propiedades energéticas  para tener fuerza y energía, y para poder sobrellevar algunas situaciones “difíciles”; pero todo lo que hice fue gastar energía y crear más problemas (mi uniforme estaba totalmente sucio). Si hubiese confiado en el Señor y Sus promesas. Si hubiese depositado mi confianza en Él como única fuente de fuerzas, energía y ánimo me habría ahorrado muchas dificultades.

No digo que beber café esté mal, todo lo contrario, el café me gusta y me seguirá gustando; el problema es que se convirtió en un ídolo. Dependía del café para poder enfrentar ciertas situaciones cuando Dios debe ser y es mi única Roca, Fuerza y Sustentador. Él es quien da a mi ser amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. 

No necesito *(Inserta cualquier otra fuente de sustento que no sea Dios)*, necesito a Dios. 

"Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios". Salmos 103:1-2

Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9

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